Llámame soñador
Llámame soñador,
cuando mi mirada busca algo más allá del horizonte,
y cuando el cielo moteado rojizo se convierte en una hoja en blanco
en la que plasmar todo aquello que no sé expresar con palabras.
Cuando el silencio atrona en mi cabeza,
cuando me quedo quieto desbordado por la luz de tus ojos,
y cuando anhelantes, mis labios, dibujan el arco que les acerca a los tuyos.
Llámame soñador,
cuando el reloj enmudece hasta detenerse,
cuando la noche no acaba con la salida del sol,
y cuando mi mundo empieza entre tus brazos.
Porque no hay soñador que no sueñe,
ni verdad más allá del verde de tus ojos.



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