Tú, siempre ciega

 


Buenas tardes.


Más que decirlo lo susurra,

con la esperanza de que las palabras apenas dichas lleguen a sonar más claras.


Un día más, misma rutina:

Entra y te busca,

avanza y te sueña

te mira y suspira.


El brillo de un día concentrado en un instante.

Tú, siempre ciega,

aunque el viento y tu nombre compartan el mismo baile.


Busca el cruce de miradas,

el roce de tus dedos,

la inocente sonrisa

o la pregunta interesada.


Pero no llega la respuesta,

solo te giras,

los pasos te alejan

mientras la puerta suena.


De nuevo suspiro,

fracaso y pena.

Quizá mañana sea el día,

hoy se apunta la derrota,

hasta mañana,

pasos cansados,

puerta que se cierra.

Comentarios

Entradas populares