Bombillas que explotan

Las luces se apagaron una a una
hasta que la oscuridad consiguió el milagro de separar nuestras sombras.

El pasado se vio invadido por la dura soledad,
por el frío de una cama solitaria
y el eco de una única voz que recorre arriba y abajo un largo pasillo.

Las plantas decidieron tomar el camino del suicidio fácil,
las polillas anidaron en el espacio vacío del armario,
y la mesa que siempre nos pareció minúscula,
de repente ocupa un lugar innecesario en el medio de mi pecho.

No merecí una despedida,
ni me otorgaste el honor de una mirada cargada de rencor,
simplemente un día desperté y a mi lado solo existía el vacío,
acompasado por el sordo rumor de las bombillas que explotan después de haber entregado su último brillo.