Se acabó el tiempo de las palabras

Demuéstrame que me quieres.
Me he cansado de palabras que se lleva el viento y entierra el olvido,
de jugar a ser quien no soy,
y a ir perdiendo mi sinvergüenza  mientras mido mi alegría en dosis que puedas soportar.

Si me quieres déjame volar libre.
Déjame coger tu mano para elevarte por encima de las nubes,
y que así puedas ver la vida como yo la veo,
mientras el sol ciega las miradas que siempre estarán ahí,
pero nunca importaron cuando nuestros labios nos ocultaban del mundo
y, simplemente, bailábamos.

Derriba la puerta y ven a buscarme si de verdad me quieres.
Porque siento que mi vida se tejió entre tus dedos,
y mi paraíso se formó una tarde de viernes
mientras acariciabas mi espalda y en tus ojos vi desaparecer el miedo.

Olvida los celos,
no escuches los gritos
ni sigas en silencio mis pasos cuando veas que me alejo.
Porque si me quieres,
solo si me quieres,
ya no espero discursos y se acabó el tiempo de las promesas,
porque ahora ya solo me queda escuchar tu carrera,
sentir tu mano haciendo que mi cuerpo gira
y que el beso que me des, sin usar palabras, me susurre lo que necesito que me digas.