La mirada de la derrota


Sus ojos transmiten cansancio y derrota. 
Son los ojos de alguien que ha visto cosas que nadie debería ver, 
los ojos de un huérfano, de un viudo, de un padre sin hijos a los que abrazar. 

Son esos ojos los que tristes miran la ciudad a su paso,
ojos que ven sin mirar,
la sucesión de muerte, de caos y de destrucción. 

Ojos indolentes que miran lo que hace tiempo era un mercado, 
un colegio, unas oficinas, un restaurante
un hogar.

Ojos que recuerdan amaneceres llenos de amor,
sueños dichos en voz alta y que nunca se cumplirán, 
y risas de niños que juegan despreocupados e inocentes. 

Pero los recuerdos desaparecen rápido porque duelen más que las heridas,
porque se mantienen ajenos al contexto de una vida, 
aislados en rincones a los que el ruido no consigue alcanzar. 

Ni el ruido, ni el dolor. 

Por eso sus ojos ven pero no miran. 
Lloran pero ya no sienten,
porque ya solo esperan, cansados y derrotados,
que llegue su turno y se puedan cerrar para siempre. 

Comentarios

  1. preciosas palabras, muchas gracias por escribirlas

    ResponderEliminar
  2. Que duro debe ser perderlo todo.
    Gracias por el poema. Precioso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares